martes, 30 de octubre de 2007

El amante menguante


De 'hable con ella'


Clic. Siempre hay un clic. Un momento en que las cosas cambian.
A veces me gusta quedarme en el sofá tirando del hilo, viendo dónde se ha producido el clic en tal cosa, o en tal otra. Unas veces lo consigo, pero si no, ya tengo para otra vez.
Clic.

6 comentarios:

Mrs. Sarmiento dijo...

Sería guay, eh, darse cuenta del clic siempre que se produce. La mayoría de las veces, yo al menos me doy cuenta mucho después. Aunque pensándolo bien, tampoco debe de ser tan guay... bueno, ya estamos con las dualidades, pa' variar.
(Qué chulo es ese corto, y Fele, ains).

Blasfuemia dijo...

yo los clic suelo sentirlos en el estómago. No siempre me gustan. Si el "ains" de Sar sobre Fele significa lo que yo creo que significa espero que no coincidamos nunca. Odio pelearme por los hombres.

Anónimo dijo...

Yo suelo darme cuenta de los clicks, de los cracks también.

Mrs. Sarmiento dijo...

Ahí, a hostia limpia las dos, blasf. Jajajajajjajaja...

Commonpeople Factory dijo...

Sar.- Mucho después también vale, y suele ser lo habitual. El corto mola, y Fele tb. Esos ojos pintados en La mala educación...ay.

Blasf.- Conozco ese pinchazo estomaguil. Vosotras dos, haced lo que querais... :P

Ohne.- ¿En qué versión, en la instantánea o en la pasada?.

(anda que...)

Anónimo dijo...

En la instantánea. Sobre todo de los cracks. Los clicks pueden tener efecto retardado.